El joven que había sido baleado en el interior de su casa en San Cayetano murió debido a las graves heridas sufridas en el intento de asalto ocurrido en la noche del jueves. Tenía 29 años y fue atacado por dos motochorros que pretendían robarle a un vecino.
Martín Quipildor recibió un disparo en la nuca, después de que un pariente intentara evitar que dos hombres le roben la moto a un vecino. Al ser descubiertos, los delincuentes abrieron fuego contra la casa de los Quipildor. Una de las balas atravesó el portón e hirió mortalmente al joven, que estaba casado y tenía un pequeño hijo. Además, se desempeñaba como chofer de la Línea 124.
Recibió un tiro en la nuca en medio de un ataque de motochorros“Mi hijo volvía de trabajar y, cuando estacionó la moto para poder abrir la puerta y entrar a la casa, fue asaltado por dos tipos”, le había contado a LA GACETA Jorge López, el padre de un joven, quien lleva el mismo nombre, que fue interceptado por los ladrones en Brígido Terán al 1.400.
En medio de ese episodio, Quipildor quedó tendido en el garage de su casa, con un fuerte dolor en la cabeza. El proyectil había entrado por la nuca.
Cuentan sus familiares que ingresó consciente al hospital Padilla. Allí fue inducido al coma a la espera de que su salud mejorara para poder intervenirlo quirúrgicamente.
Pero los daños provocados por la bala impidieron que Quipildor evolucione y le terminaron provocando la muerte.